"Alejandro González es un actor innato"
Lo dice Gonzalo Justiniano, el director de Amnesia, B – Happy y Caluga o Menta, entre otras cintas nacionales, quien es enfático en distinguir entre el humorista n° 1 de Chile y el talentoso actor que sostiene al personaje : "Cuando lo vean actuando en 'Lokas' van a ver que tiene méritos de sobra para el Premio Nacional de Teatro". El cineasta proyecta para mayo el estreno de la película que los unió.
"Yo había pensado en Coco Legrand para otro tipo de películas : comedias que reflejaran muy bien al chileno medio a través de personajes como empleados, pícaros, sentimentaloides... Por su forma de ser, por su gestualidad, manejo de voz y forma de captar la atención de la cámara, que es natural. Pero cuando comenzamos a trabajar en el guión con Rodrigo (Bastidas) y se produjo un cambio brusco en la historia, en el primer actor en que pensé fue Alejandro González, no en Coco Legrand", enfatiza seriamente Gonzalo Justiniano, director de la primera película chilena en que actúa Coco Legrand, la cual tiene previsto su estreno para noviembre próximo.
Pese a sus aprensiones iniciales de que el actor humorístico pudiera "comerse" la película, no sólo por su natural talento sino por el perfil del personaje que debía interpretar, el cineasta reconoce que justamente las virtudes histriónicas de Alejandro González son las que impiden que la historia -Lokas : "una tragicomedia", según el realizador- quedara relegada a la categoría de drama. "El personifica a un abuelo homosexual padre de un hijo homofóbico, por lo que debía saber manejar muy bien el humor, ser duro y blando, duro y blando... Alguien que va por la vida haciendo lo suyo sin perjudicar ni darle explicaciones a nadie. El ha hecho un trabajo súper profesional, ha sido muy responsable y obediente... En el amplio sentido de la palabra. Ya estamos viendo los resultados de su trabajo, muy contentos con lo que logramos con su participación : ha cumplido con creces. Alejandro González es un actor innato : tiene una sensibilidad que le ha permitido a través de su oficio captar aspectos de nuestra forma de ser que son muy interesantes", opina Justiniano.
Tal vez por lo mismo, agrega el cineasta, es que varias veces durante el rodaje tuvo que dosificar su gran manejo de escena para que se focalizara en su personaje, "por lo que de no haberse dedicado al humor, podría haber sido un gran actor". "Alejandro González tiene una gran fotogenia, mucha empatía con el público, un manejo de la voz espectacular y una capacidad para transmitir emociones que es sorprendente. Pasa con algunos actores innatos que no se han formado en la academia. Es el caso de Manuela Martelli : ella iluminaba la pantalla. Y en ese sentido debo decir que las imágenes no mienten. Alejandro González tiene una gran capacidad para transmitir emociones, un sentido lúdico que se agradece, porque mientras trabajábamos él te hacía sentir como si estuviéramos jugando, dentro de una ficción, dentro de una gran mentira que te dice verdades", añade entusiasmado el realizador, quien se declara enemigo de los premios en Chile "por nuestro provincianismo y el clima de conventillo que surge ante cualquier posibilidad de obtener uno. Especialmente cuando se trata de premios importantes". Personalmente, agrega Justiniano, creo que después de verlo en la gran pantalla actuando en "Lokas" desaparecerán los prejuicios que, seguramente, mucha gente debe tener respecto de la calidad actoral "de Alejandro González. Van a ver que tiene méritos de sobra para el Premio Nacional de Teatro. El da la talla totalmente, por lo que debería participar en más películas... A mí me encantaría volver a trabajar con él".
"Yo había pensado en Coco Legrand para otro tipo de películas : comedias que reflejaran muy bien al chileno medio a través de personajes como empleados, pícaros, sentimentaloides... Por su forma de ser, por su gestualidad, manejo de voz y forma de captar la atención de la cámara, que es natural. Pero cuando comenzamos a trabajar en el guión con Rodrigo (Bastidas) y se produjo un cambio brusco en la historia, en el primer actor en que pensé fue Alejandro González, no en Coco Legrand", enfatiza seriamente Gonzalo Justiniano, director de la primera película chilena en que actúa Coco Legrand, la cual tiene previsto su estreno para noviembre próximo.
Pese a sus aprensiones iniciales de que el actor humorístico pudiera "comerse" la película, no sólo por su natural talento sino por el perfil del personaje que debía interpretar, el cineasta reconoce que justamente las virtudes histriónicas de Alejandro González son las que impiden que la historia -Lokas : "una tragicomedia", según el realizador- quedara relegada a la categoría de drama. "El personifica a un abuelo homosexual padre de un hijo homofóbico, por lo que debía saber manejar muy bien el humor, ser duro y blando, duro y blando... Alguien que va por la vida haciendo lo suyo sin perjudicar ni darle explicaciones a nadie. El ha hecho un trabajo súper profesional, ha sido muy responsable y obediente... En el amplio sentido de la palabra. Ya estamos viendo los resultados de su trabajo, muy contentos con lo que logramos con su participación : ha cumplido con creces. Alejandro González es un actor innato : tiene una sensibilidad que le ha permitido a través de su oficio captar aspectos de nuestra forma de ser que son muy interesantes", opina Justiniano.
Tal vez por lo mismo, agrega el cineasta, es que varias veces durante el rodaje tuvo que dosificar su gran manejo de escena para que se focalizara en su personaje, "por lo que de no haberse dedicado al humor, podría haber sido un gran actor". "Alejandro González tiene una gran fotogenia, mucha empatía con el público, un manejo de la voz espectacular y una capacidad para transmitir emociones que es sorprendente. Pasa con algunos actores innatos que no se han formado en la academia. Es el caso de Manuela Martelli : ella iluminaba la pantalla. Y en ese sentido debo decir que las imágenes no mienten. Alejandro González tiene una gran capacidad para transmitir emociones, un sentido lúdico que se agradece, porque mientras trabajábamos él te hacía sentir como si estuviéramos jugando, dentro de una ficción, dentro de una gran mentira que te dice verdades", añade entusiasmado el realizador, quien se declara enemigo de los premios en Chile "por nuestro provincianismo y el clima de conventillo que surge ante cualquier posibilidad de obtener uno. Especialmente cuando se trata de premios importantes". Personalmente, agrega Justiniano, creo que después de verlo en la gran pantalla actuando en "Lokas" desaparecerán los prejuicios que, seguramente, mucha gente debe tener respecto de la calidad actoral "de Alejandro González. Van a ver que tiene méritos de sobra para el Premio Nacional de Teatro. El da la talla totalmente, por lo que debería participar en más películas... A mí me encantaría volver a trabajar con él".