Coco Legrand y Pilar Sordo: El debut del humor y el sicoanálisis

El comediante más famoso de Chile se sometió a un "sicoanálisis". Su terapeuta fue Pilar Sordo. Juntos dieron a luz un libro: Con el Coco en el Diván, que propone una visión descarnada de la realidad chilena. El diagnóstico es claro: nuestra absoluta falta de capacidad para reírnos.

Por: Jacqueline Otey \ Fotos: Sergio López \ Revista Mujer - La Tercera

Un día Coco Legrand decidió hacerse un sicoanálisis. La elegida como terapeuta fue Pilar Sordo. Ella dijo que sí, que aceptaba, que se atrevía. En el diván fue apareciendo la radiografía que el humorista les viene haciendo durante años a los chilenos. Los mismos que, según reveló el diagnóstico, están más arribistas que nunca. Hoy no sólo invierten en bienes, sino que también en estética personal. ¿La razón? A los flacos y bellos les va mejor. Estos chilenos tienen un living impecable, pero que no usan, porque prefieren comer en bandejas mientras hacen zapping televisivo. Son los mismos que perdieron ritos y tradiciones, excepto la del asado - que igual corre peligro de extinción al enfrentarse a la barbacoa a gas- , que dejaron olvidado en alguna parte el sentido del humor y que no resisten un "tenemos que hablar", porque es la frase sinónimo de despido o rompimiento. Pero no todo está perdido. Al menos, así queda claro en el libro Con el Coco en el Diván (editorial Uqbar) que salió recientemente al mercado.

Para el humorista, menos conocido como Alejandro González, los más graves son los citadinos, a los que les cuesta mirarse ellos mismos, a su entorno, y darse cuenta de que las esquinas de Santiago, por ejemplo, están llenas de farmacias desde hace años. Legrand afirma que tuvo que subirse él a la Quinta Vergara para hacérselos ver. Pero alguien tiene que hacer la pega, asegura un Coco delirante y sin cura médica, al menos por el momento.
Hablando en serio, ¿cómo llegó a juntarse esta dupla?, el humorista más popular del país y la mediática sicóloga, que parece poseer todas las respuestas al dilema identitario. Era lógico, ¡tenían que conocerse! Él piensa y echa afuera todo lo que ella se encarga de analizar y darle sentido. De hecho, Legrand reconoce que en su rutina del año 2006 en el Festival de Viña del Mar se valió de varios de los conceptos del libro Viva la Diferencia (Norma) de Pilar Sordo, especialmente para referirse a lo que iba a significar tener una presidenta. "Allí encontré el camino. Si íbamos a ser gobernados por una mujer, teníamos que estar claros cómo pensaban y actuaban ellas", dice con un tono de voz que estremece la sala, mientras gesticula con las manos.
Después de eso se volvieron partners. Comenzaron a dar charlas sobre temáticas ad hoc en colegios y empresas, nichos más que fértiles para estos dos "voyeristas" de la fauna local. Para Pilar los cinco mil jóvenes a los que habla al mes en sus conferencias a lo largo del país, forman el mejor focus group para extraer tendencias y aprensiones de la sociedad actual. "Las reflexiones de esos jóvenes y las de sus padres son información valiosa con la que armo cosas, además de la que recojo a diario en mi consulta", dice.El resto vino solo. Ella lo invitó a escribir este libro de casi 200 páginas y acá estamos, dando inicio al sicoanálisis de Coco.
Pilar: - ¿En qué piensas, Coco?
Coco: - ¿Otra vez?
P: - ¿Cómo que "otra vez"?... Si no me respondiste... A ver, pasemos a otra cosa, pero sin hacerme reír y hacer de todo una chacota.
C: - Yo sólo soy un hocicón del pensamiento; prendo el ventilador y al que le cae, le cae.
P: - Creo que nos haces reír por la gracia con que lo dices, pero también la mayoría de lo que dices tiene fundamento.
C: - ¿La mayoría?
P: - No te pongas arrogante, Coco.
C: - Cómo no serlo: mi signo es Leo.
P: - Aquí vamos de nuevo...
C: - Pilar, me preocupa el que la gente no distinga entre estas tres palabras: humor, seriedad y dramatismo.
P: - A ver, cuéntame Coco...
C: - Lo contrario al humor no es la seriedad, aclaro, lo contrario es el drama. Las palabras serio, seriedad, seriamente... ¡están tan desprestigiadas! Las asociamos a solemnidad, catástrofe, a algo malo, negativo, perjudicial (...).
P: - ¿Nuestra cultura, nuestra idiosincrasia, nos tiene programados de ese modo?
C: - Esa manía nuestra de poner cara de culo para andar por la vida. Es típico del chileno que estudia, se recibe, agarra un buen trabajo o hace un posgrado, da lo mismo si es en Chile o en el extranjero, llega a la pega y pone car´e culo. Somos un país lleno de tipos car´e culo (...) ¡Y lo que es más patético aún: están naciendo pequeños chilenos y chilenas con car´e culo!